Censurar según el diccionario María Moliner significa “… 2. Examinar correspondencia, escritos, películas, etc., para ver si hay algún inconveniente, desde un punto de vista político o moral, para darles curso, publicarlos o exhibirlos. 3. Tachar o suprimir algo en un escrito o en una obra destinada a la publicidad.”
El viernes 13 de enero se inauguraba una exposición en el Centro Municipal de Abando (Bilbao). La asociación vecinal Abando Habitable (AH) presentaba un concurso de ideas cuya finalidad era mostrar alternativas al controvertido proyecto que el Obispado y Mutualia tienen para esa parcela. Para dar contexto se incluía en la muestra la historia de la parcela desde principios del siglo XX hasta las más recientes movilizaciones vecinales.
Horas antes de la inauguración los responsables del centro solicitaron la retirada de una pancarta que ha sido utilizada históricamente por los vecinos, que tiene el siguiente texto: «No al urbanismo a la carta del ayuntamiento. Paremos el pelotazo. Obispado – Murias – Mutualia». Dijeron que la razón era que no les parecía bien acusar al ayuntamiento en un centro municipal y que no se pueden hacer exposiciones de carácter político. Abando Habitable tachó las palabras de la pancarta.
A pesar de ello, minutos antes de la inauguración, AH recibió un aviso del Ayuntamiento: no se autorizaba su apertura porque la muestra contiene partes que se alejaban de la solicitud inicial (por mostrar el contexto histórico). Además añadieron que el contenido concreto de algunos elementos incluía acusaciones de corrupción.
AH pidió conocer los contenidos conflictivos y se inició una revisión con las autoridades municipales. Se concretó lo que habría que quitar para que el Gobierno municipal autorizase la apertura. Una vez retirados estos elementos (4 cartelas, 4 collages, 1 cartel, 1 foto y la citada pancarta tachada) dijeron que tras el fin de semana notificarían su decisión sobre la continuidad de la exposición.
El lunes se ha comunicado a AH que la exposición podía continuar con mínimos cambios. Este es el comunicado de Abando Habitable sobre lo acontecido.
Desde la asociación vecinal Abando Habitable nos alegramos de que la exposición finalmente pueda abrirse al público. Otra decisión nos parecería incomprensible. Es una oportunidad para que los vecinos y vecinas del barrio y la comunidad escolar conozcan la historia de este rincón de Abando y para plantear opciones más verdes e inclusivas para la parcela.
En todo caso, nos parece necesario mostrar nuestra preocupación con respecto a lo acontecido y abrir un debate sobre los límites de la libertad de expresión y sobre la función que los espacios públicos, en este caso, los centros cívicos municipales, deberían ser garantes de la participación ciudadana. Esta gestión de lo público trae como resultado una sociedad más gris en la que hay miedo a mostrar las opiniones en público.
No creemos en espacios neutros, como nos dicen que las exposiciones en los centros municipales deben ser, nada lo es. Todo es político, tanto la decisión de aceptar un cambio de uso por parte del ayuntamiento como nuestra reivindicación de una alternativa más sostenible social y ambientalmente para la única parcela que queda sin construir en esta zona de Abando.
En definitiva, creemos que existe un problema que se evidencia esta vez en la limitación de la libertad de expresión, pero que otras veces ha estado relacionado con la falta de transparencia en la gestión municipal. La parcialidad en la toma de decisiones, que ahora afectan a la exposición censurada, pero que antes han afectado a decisiones urbanísticas, es lo que ponemos en cuestión. Son vasos comunicantes, caras de la misma moneda.
De hecho, recientemente, hemos presentado una demanda en los juzgados porque consideramos que el proyecto clínico-obispal aprobado viola la motivación original que posibilitó el cambio de uso de la parcela. La memoria de una modificación del uso del suelo es legalmente vinculante y en ella se indicaba que la recalificación se autorizaba para que el obispado pudiera construir la sede diocesana que acogería varias instituciones diocesanas, pero no una clínica privada. Eso fue lo que aprobó el Pleno del Ayuntamiento. Es este concepto jurídico de «memoria vinculante» el que posibilitó que, gracias a una sentencia del Tribunal Supremo, los vecinos de un barrio de Madrid recuperaran las viviendas que se les habían prometido. Con su operación inmobiliaria el Obispado necesita edificar toda la parcela porque introduce una clínica para sufragar su propio edificio.
Por eso decimos, sin estridencias, lo que ponía la pancarta tachada: «No al urbanismo la carta del ayuntamiento, paremos este pelotazo».
La exposición está abierta al público hasta el 30 de enero de 2023 en el Centro municipal de Abando (C/ Barrainkua 5) de lunes a viernes de 10 a 20h. También se puede visitar de forma virtual en nuestra web (abandohabitable.org/exposicion).