El agujero de Murias pasa de 31,7 a 50,7 millones de deuda

“Los que quieren enriquecerse caen en la tentación y
se vuelven esclavos de sus muchos deseos.
Estos afanes insensatos y dañinos hunden a
la gente en la ruina y en la destrucción”.
Timoteo 6:9

En febrero de 2024 se declaró oficialmente la quiebra de Construcciones Murias SA, del grupo Urbas, mediante un concurso de acreedores. Esta promotora-constructora ejecutaba el pelotazo del Obispado de Bilbao para construir una sede que aglutinara todos los servicios de su diócesis y una clínica de Mutualia en la parcela que ocupaba la antigua BAM en Abando. El Obispado ha ganado con la operación 11,5 millones al vender a Mutualia la mitad del futuro edificio.

La administración concursal ha publicado su informe definitivo, en el que aclara que la deuda de Murias es mayor que la previamente anunciada, pasa de 31,7 a 50,7 millones de euros. Entre los acreedores de Murias se encuentran particulares que han sufrido daños por sus obras, ayuntamientos, empresas, bancos y el propio Obispado de Bilbao, que reclama que Murias le pague por las tasas de la ocupación de la vía pública derivadas de las obras. Unas obras que llevan paradas desde abril del año pasado. Mutualia reclama también que la constructora pague su deuda por la demora en la finalización de las obras, que estaba prevista para diciembre de 2021 y amenaza con rescindir el contrato, quedando la parcela sin edificio alguno.

Desde Abando Habitable (AH) seguimos pidiendo una solución a este agujero que la codicia ha creado en nuestro barrio. Los propietarios y partes implicadas, Obispado, Mutualia y el Ayuntamiento de Bilbao, no aceptan ni tan siquiera reunirse y hablar sobre posibles soluciones.

Asimismo, esperamos que el TSJPV falle en el recurso que presentamos sobre la ilegalidad del proyecto clínico-obispal. Impugnamos la licencia de obras porque consideramos que se ha incumplido la finalidad de interés general que justificó la modificación puntual del Plan general de ordenación urbana (PGOU) de Bilbao.

El Plan fue modificado por el Ayuntamiento para que se pudiera materializar el “Proyecto Bizkeliza Etxea” del Obispado, pero no para dedicar más de la mitad a una clínica privada, que ocuparía el 54% de la edificabilidad total. AH considera que se debe respetar la razón que motivó la recalificación, ya que, como establece la histórica sentencia de la «Memoria vinculante» del Tribunal Supremo, lo que se indica en la Memoria que acompaña a un proyecto debe cumplirse necesariamente.

El agujero que adeuda Murias constituye el enésimo capítulo de una historia de avaricia y desprecio para con el bienestar de un barrio que desde la plataforma vecinal AH venimos denunciando desde hace ya más de un lustro. Mientras la operación Obispado-Murias-Mutualia continúa en punto muerto, nuestra reivindicación de un espacio verde y de encuentro es firme y seguiremos trabajando para conseguirlo.

Parcela con obras paradas. 28 enero de 2025
Parcela con obras paradas del agujero de Abando. 28 enero de 2025

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