Nos acabamos de enterar por la prensa de que el TSJPV ha desestimado el recurso contencioso administrativo presentado por Ekologistak Martxan contra Estudio de Detalle aprobado por el Ayuntamiento de Bilbao en la parcela de la escuela de magisterio BAM. Nos gustaría desde la asociación vecinal por un Abando Habitable y Saludable poder valorar la sentencia en detalle, pero no podemos, porque hasta mañana jueves las partes no tendrán acceso a la misma. Una vez analizada se valorará la posibilidad de presentar recurso ante el Tribunal Supremo.
Las obras del derribo del antiguo edificio de la escuela de magisterio BAM, junto con la posterior excavación de 5 plantas de sótano y la construcción del proyecto obispal, siguen suponiendo una amenaza para la salud, sobre todo si se llevan a cabo durante la actual pandemia. El polvo y el ruido impedirían la correcta ventilación de las aulas del colegio, principal medida para evitar los contagios de COVID-19. El Ayuntamiento sigue mostrando su inacción y no ha respondido todavía a las alegaciones de Abando Habitable y AMPA Cervantes IGE sobre al estudio de impacto acústico presentado por la empresa constructora, plagado de errores e incoherencias (ver alegaciones). En definitiva, que mantener el plan de las obras de derribo en la situación actual de pandemia es un disparate.
Con y sin sentencia favorable la operación Obispado-Murias-Mutualia es un pelotazo inmobiliario posible gracias a la recalificación del ayuntamiento de Bilbao.
Se ha presentado el 11 de enero de 2021 por registro en los expedientes de demolición 2019-038154 y de construcción 2019-042280 en la parcela de la Escuela de magisterio BAM el siguiente escrito:
Como parte interesada en el procedimiento del exp. 2019-038154, relativo a la solicitud de licencia de obras para la demolición del edificio sito en Barrainkua nº 2, he recibido una copia de la notificación enviada a Construcciones Murias S.A.
En la notificación lo único que se solicita es que Construcciones Murias presente un cronograma de obra, basándose en el informe de Sanidad Ambiental, sin tener en cuenta las alegaciones presentadas al informe de estudio de impacto acústico.
Por mencionar alguna de las alegaciones:
No tener en cuenta la cara oeste en el estudio de impacto acústico, y al ser colindante con el edificio BAM, el ruido que generaría la demolición y posterior construcción a estos edificios sería muy superior al indicado en el estudio.
En cuanto a la ventilación, 10 minutos cada hora en horario escolar y en periodo lectivo, ¿Qué pasa con las viviendas? No tenemos derecho los vecinos a ventilar, algo imprescindible en la actual situación de pandemia.
¿Y si hay algún vecino contagiado? ¿No puede ventilar su vivienda?
El parar 10 minutos para ventilar, no significa que el aire contaminado de polvo vaya a desaparecer en ese periodo de tiempo.
No se está teniendo en cuenta a la población que vive en el entorno, la cual debería ser la preocupación fundamental de este Ayuntamiento.
Por otro lado, el informe emitido por la Subdirección de Licencias y Disciplina Urbanística menciona las recomendaciones del estudio de impacto acústico como medidas para minimizar el ruido, y la empresa las únicas que ha propuesto son vallar la acera y para 10 minutos, el resto son medidas correctoras que deberán adoptar, lo que no significa que las vayan a adoptar.
Seguimos sin entender a este Ayuntamiento de Bilbao, que debería de proteger los intereses de los vecinos que “habitamos” en esta zona, una actitud tan pasiva en relación a este problema y más aún en la actual situación de pandemia extremadamente grave que estamos padeciendo.
Parece proteger más los intereses de entidades privadas que los de los propios vecinos.
Acabamos de conocer el nuevo informe del Área de Urbanismo del ayuntamiento de Bilbao al respecto del estudio de impacto acústico de las obras de demolición y construcción del Obispado de Bilbao en el solar de BAM.
Recordemos que el Ayuntamiento exigió el estudio de impacto acústico con carácter previo a la concesión de la licencia de derribo, estudio que la constructora Murias presentó el 12 de noviembre. Desde entonces, además de las alegaciones al estudio presentadas desde la AMPA del CEIP Cervantes y la asociación Abando Habitable, la Subárea de Sanidad Ambiental e Higiene Urbana de Bilbao presentó su informe el 17 de diciembre, donde se limitaba a solicitar la presentación de un cronograma de las obras.
Con el último informe del Área de Urbanismo el ayuntamiento se reafirma en su decisión de no tomar medida alguna para defender la salud de la comunidad escolar durante el derribo, solicitando únicamente la presentación de un cronograma de las obras. Como ya dijimos en nuestras alegaciones al estudio de impacto acústico, los plazos indicados en el mismo eran erróneos y deben ser corregidos. Si no se tiene esto en cuenta el cronograma solicitado se convierte en un ejercicio inútil.
Pero lo más preocupante, como explicamos más adelante, es que el ayuntamiento parece dar por bueno que durante las obras se vayan a incumplir los niveles de ruido establecido por la normativa. A continuación recogemos las consideraciones más relevantes que se extraen de este último informe:
Nada nuevo: El informe no aporta nada nuevo, se limita a confirmar la necesidad de aportar un cronograma de obras que ya solicitó la Subárea de Sanidad Ambiental. No valora la validez de las medidas correctoras propuestas por la constructora en el estudio de impacto acústico, simplemente las enuncia. Del mismo modo, en cuanto a las medidas contra el polvo, se remite a las medidas que ya recogía otro informe de la propia Subárea de Licencias de obras del 6 de octubre.
No se valora el estudio de impacto acústico: se mencionan las preocupaciones presentadas por las familias de alumnos del Cervantes, pero no se valora desde la propia área de licencias los problemas que las obras pueden ocasionar.
No se cumple la normativa de ruido: Recordemos que el estudio de impacto acústico solicitaba “la suspensión de forma temporal del cumplimiento de los objetivos de calidad acústica durante la realización de éstas” porque según el propio estudio se superaban los límites legales establecidos tanto para las viviendas como para el colegio. Los informes no dicen nada a este respecto.
No tiene en cuenta las alegaciones presentadas por AMPA Cervantes y la asociación vecinal Abando Habitable, que se presentaron el 22 de diciembre, 5 días después de que se publicara el informe del Subárea de salud ambiental.
Prisas: el informe del Subárea de salud ambiental que solicitaba el cronograma se presentó el 17 de diciembre. Ese mismo día se publicó el informe de la Subárea de Licencia de obras pidiendo el cronograma solicitado. La prisa no es buena si no permite analizar los estudios e informes presentados en profundidad. La salud está en juego. Todo va deprisa si hay interés.
Desde la comunidad escolar estamos muy preocupados, tenemos razones para estarlo. A los informes precipitados y vacuos presentados desde las distintas áreas del Ayuntamiento, hay que añadir la poco alentadora respuesta del Alcalde Juan María Aburto, cuando hace poco se le preguntó por esta situación y sobre las medidas correctoras presentadas por la constructora, en la entrevista que concedió a Radio Bilbao (Cadena SER): “Hay colegios que están teniendo obras en su entorno y no está habiendo una gran dificultad, confiemos en que también en este caso se adopten las medidas correctoras para que la actividad educativa pueda realizarse de la mejor manera posible”. Todavía no sabemos a qué obras se refiere.
Si desde el consistorio se da por buena la medida de parar las obras 10 minutos cada hora para posibilitar la ventilación, es que no han entendido cuál es una de las principales medidas para prevenir la propagación de la COVID-19: la renovación de aire constante en las aulas.
Nota: al final de este artículo se incluyen todos los documentos referenciados.
En el barrio de Abando, Bilbao, el Obispado tiene previsto demoler el antiguo edificio de la escuela de magisterio BAM y construir su sede diocesana y la clínica Mutualia. Para conceder la licencia de derribo el Ayuntamiento de Bilbao solicitó inicialmente el preceptivo estudio de impacto acústico.
Debido a las reclamaciones de las familias de la escuela pública CEIP Cervantes HLHI, y a su presencia en el Pleno Municipal de octubre, el ayuntamiento solicitó a la constructora que en el estudio de impacto acústico se tuvieran en cuenta las especiales condiciones sanitarias que afectan al Colegio Cervantes y que propusiera «medidas correctoras que permitan compatibilizar las obras de derribo con las necesidades de ventilación de las aulas”.
La empresa constructora, Construcciones Murias, presentó su estudio de impacto acústico que proponía como medida principal que “las tareas ruidosas cesarán a todas las horas en punto desde las 10:00 horas a las 16:00 horas (ambas incluidas), durante diez minutos, para que en dicho centro educativo sea posible realizar una correcta ventilación periódica de las aulas, evitando así unos niveles de ruido elevados en el interior del centro, así como la generación de polvo en el ambiente”.
Además, solicita “la suspensión de forma temporal del cumplimiento de los objetivos de calidad acústica durante la realización de éstas” porque según el estudio se superan los límites legales establecidos tanto para las viviendas como para el colegio. En las conclusiones del estudio se dice que “las tres fases de la obra supondrán una generación de niveles de ruido que pueden superar los objetivos de calidad acústica indicados por el Decreto 213/2012 y los valores límite indicados por la Ordenanza Municipal, tanto a nivel de terreno como a nivel de fachada”.
El Subárea de Sanidad presentó su informe sobre el estudio de impacto acústico. En él se indica que “se estima oportuno solicitar a la empresa contratada la elaboración de un cronograma que prevea que las actuaciones de obra, con mayor emisión de polvo en suspensión y ruido se ejecuten, en la medida de lo posible, en horario no lectivo, coordinadas de manera conjunta, entre Dirección de Obra y la Dirección del Centro escolar”.
La AMPA del CEIP Cervantes HLHI y la Asociación vecinal Abando Habitable consideran que las medidas propuestas por Construcciones Murias son insuficientes. Han presentado en sede municipal un listado de alegaciones que muestran las contradicciones con documentos antes presentados por la propia constructora y las incongruencias del estudio de impacto acústico presentado así como otras cuestiones que no han sido consideradas en el informe municipal. Ello debería obligar como mínimo a su reelaboración.
Ambas asociaciones también han solicitado un estudio sobre el polvo o partículas en suspensión que generarían las obras para conocer con exactitud las consecuencias de esta obra en la salud, ya que la petición del preceptivo estudio de impacto acústico solicitado no hace mención específica a este respecto. Piden que se considere la necesidad de ventilación en espacios cerrados, haya o no una pandemia, sobre todo en las aulas de la Escuela Cervantes donde los alumnos pasan la mayor parte del día.
Observaciones presentadas
Este es un resumen de las alegaciones presentadas. Puedes descargar el documento completo al final de este texto.
A. Contradicciones
En relación a la duración de las obras recogida en el estudio de impacto acústico, es incorrecto el cálculo de que la fase 1 de las obras, -donde se incluye la demolición de la BAM y la cimentación, excavación y estructura- durará 12 meses, ya que, si se atienden a otros datos suministrados por la propia empresa constructora, tendrían una duración, como mínimo de 19 meses. En total, el informe habla de dos años y dos meses de duración de las tres fases de la obra y la información de la constructora lo amplía a tres años y cinco meses. Por lo tanto, tienen que recalcular los plazos y presentar nuevamente el estudio de impacto acústico contemplando estas modificaciones.
El ejemplo de las obras del edificio de la Fiscalía, no lejos de allí y con el mismo tipo de suelo, arroja algo de luz sobre las estimaciones planteadas por Construcciones Murias. Solamente teniendo en cuenta las fases de derribo del edificio existente y la excavación supusieron 3 años y dos meses, cuando la duración estimada para TODA la obra según la licencia era de 36 meses. Según el estudio de impacto acústico de Murias la cimentación, excavación y estructura se harían en 9 meses (!) en una parcela 5 veces más grande. Creemos que esta es una infraestimación mayúscula: una obra 5 veces más pequeña, sin haberse construido la estructura bajo rasante, llevó ¡38 meses!
En el estudio también hay contradicciones en torno a cuestiones como el horario de trabajo o la maquinaria a utilizar y, por otra parte, las medidas correctoras que se plantean son irrealistas e insuficientes y no tienen en cuenta la necesidades de la comunidad escolar de la escuela Cervantes, de las familias y de los vecinos del barrio. Y no solo eso, sino que no hay compromiso de cumplirlas por parte de la empresa constructora.
B. Ventilación
No se está teniendo en cuenta que en el colegio Cervantes hay dos patios al aire libre en los que se realiza actividad docente en horario lectivo y en los que, al no tener ventanas, se sufriría más el impacto generado por las obras.
En el estudio tampoco se ha considerado que, debido a la emergencia sanitaria por la pandemia del Covid y a las recomendaciones del Ministerio de Salud y el Gobierno Vasco, el centro escolar se ha dotado de un plan de contingencia que obliga a tener las ventanas continuamente abiertas.
Su solución es cesar las tareas ruidosas durante diez minutos cada hora para tratar de compatibilizar las obras con la necesaria ventilación en las aulas, una medida insuficiente porque los expertos y los estudios científicos recomiendan una ventilación continua y mantener las ventanas abiertas todo el tiempo posible.
C. Ruido
En el informe no se alude al hecho de que las condiciones acústicas variarán a medida que cambie el tipo de roca y hay que tener en cuenta que el taladrado en la roca supondrá una de las fases más ruidosas de la obra pero ni se menciona.
Tampoco se calcula en el estudio el impacto que tendrá el tráfico de camiones para retirar el material excavado y tampoco se contemplan los objetivos de calidad acústica en interiores.
También consideramos irreal la posibilidad de utilizar la medida del apantallamiento para máquinas de grandes dimensiones con objeto de reducir el ruido.
Por la defensa de la salud de los niños y vecindario
En octubre el gobierno municipal de Bilbao votó en el pleno contra la propuesta de la AMPA Cervantes que proponía posponer las obras de demolición que el Obispado quiere realizar frente a nuestra escuela. Consideramos que dada la actual situación de emergencia sanitaria, el ruido y polvo del derribo harían imposible la correcta ventilación de las aulas y, por tanto, aumentaría el riesgo de contagio de COVID-19.
Dos días antes del pleno, gracias a las alegaciones de las familias del Cervantes, el ayuntamiento requirió a la constructora Murias-Urbas que el preceptivo estudio de impacto acústico incluyera medidas correctoras para compatibilizar el derribo con la obligada ventilación durante la pandemia. Sin embargo, creemos que no es posible corregir con medidas paliativas el impacto de la demolición en unas aulas con las ventanas necesariamente abiertas a 12 metros de las obras. La única solución posible es exigir que las obras no coincidan con el curso escolar.
A dos manzanas de allí, el conflicto por las interminables obras del edificio de la Fiscalía nos adelanta un futuro que queremos evitar. Los vecinos han emprendido acciones legales por la inacción municipal ante la superación de los niveles de ruido permitidos, en una excavación que ha durado 3 años. Tras la demolición, el obispado pretende realizar una excavación igual, y su parcela es 5 veces la de la Fiscalía en el mismo tipo de terreno rocoso.
El concejal de urbanismo, Asier Abaunza, usó como excusa que se han realizado muchas obras en colegios o cerca de ellos ¡obvio! El único ejemplo que puso de obras ejecutadas durante la emergencia sanitaria fue el del colegio Alemán, cuyas obras empezaron antes de la pandemia y que en ningún caso entorpecen la correcta ventilación.
El Ayuntamiento y el Gobierno Vasco pueden hacer mucho más si verdaderamente les preocupa la salud de la comunidad escolar y el vecindario. Mientras tanto, el silencio de los implicados en esta operación inmobiliaria, Obispado, Murias-Urbas y Mutualia, es atronador.
Este texto apareció en la sección de cartas de El Correo el 2 de diciembre de 2020.
El Obispado de Bilbao tiene planeado comenzar la demolición de su edificio de forma inminente (la antigua escuela de magisterio BAM en la calle Barrainkua) para construir su sede diocesana, Bizkeliza Etxea, y vender casi la mitad del edificio a Mutualia. La demolición precisa todavía de la aprobación de la licencia por parte del Ayuntamiento de Bilbao.
Los vecinos del barrio de Abando, la asociación Abando Habitable y la comunidad escolar del CEIP Cervantes HLHI pedimos que no se inicien las obras de derribo durante la pandemia. El ruido y polvo del derribo es incompatible con la correcta ventilación de los espacios cerrados tan necesaria en tiempos de pandemia. Las autoridades sanitarias establecen la ventilación como uno de los mecanismos fundamentales para prevenir los contagios de COVID-19.
Manifestación frente al Obispado
Este viernes 4 de diciembre la plataforma vecinal Abando Habitable ha organizado una concentración frente a las oficinas del Obispado de Bilbao en la Plaza Nueva. El Obispado es el impulsor del proyecto y el máximo responsable de que las obras de demolición, excavación y construcción se lleven a cabo. Pedimos una vez más, esta vez a la Diócesis de Bilbao, que se posponga el inicio de las obras.
Esta manifestación es la despedida al obispo Mario Iceta, que se va de Arzobispo a Burgos, y deja tras de sí un serio problema en la diócesis. Se va sin haberse pronunciado sobre el problema que suponen las obras para el vecindario y la comunidad escolar. Se va justo antes de que la justicia se pronuncie sobre la legalidad de la recalificación y el proyecto, en un contencioso que espera pronta sentencia del TSJPV.
Aprovechamos para dar la bienvenida al nuevo obispo y esperamos que él sí tenga en cuenta la salud de los niños y vecinos del barrio de Abando. Porque su salud está en juego. Le solicitamos que no realice la demolición.
Invitamos a todo Bilbao a la concentración frente a las oficinas del Obispado en la Plaza Nueva, el viernes 4 de diciembre de 2020 a las 19:00h. Se ruega venir de negro, guardando riguroso luto, y con velas, para indicar nuestro pesar.
Un otoño de movilizaciones
Ha sido un otoño repleto de acciones para visibilizar el grave problema al que el Ayuntamiento NO está dando solución:
Incluso hemos organizado un taller infantil de máscaras de gas para mostrar nuestra preocupación frente al derribo ante la inacción de la Administración.
Hemos remitido este escrito al Ayuntamiento de Bilbao solicitando el aplazamiento de la concesión de la licencia de derribo y construcción, hasta que no desaparezcan las circunstancias determinantes, en nuestro caso la pandemia por COVID-19.
La Asociación por un Abando Habitable y Saludable, afectada por la demolición del edificio BAM (Exp. 2019-038154) y futura construcción del edificio Obispado – clínica Mutualia.
Expone:
Según la Ordenanza Municipal de Protección del Medio Ambiente del Ayuntamiento de Bilbao (B.O.B. 10/06/2000), que consta en la página web bilbao.eus, en su artículo 10
Paralización preventiva de actividades dice:
“Cuando el otorgamiento de la autorización, la emisión del informe correspondan al Ayuntamiento, la Alcaldía – Presidencia, o en su caso, el Concejal Delegado podrá paralizar, con carácter preventivo, cualquier actividad en fase de construcción o explotación, total o parcialmente, por cualquiera de los siguientes motivos:
c) Cuando existan temores fundados de daños graves e irreversibles al medio ambiente o peligro inmediato para personas o bienes, en tanto no desaparezcan las circunstancias determinantes, pudiendo adoptar las medidas necesarias para valorar o reducir riesgos”
Sabemos que las licencias son actos reglados y que si cumplen la normativa hay que autorizarlos, pero según este artículo, dada la proximidad del Colegio Cervantes y de las viviendas, en la situación actual de pandemia por la COVID-19, existiría un peligro inmediato para las personas la realización de las obras, supuesto que aparece en dicho artículo.
Por lo tanto, solicita un aplazamiento de la licencia de derribo y construcción, en tanto no desaparezcan las circunstancias determinantes, en nuestro caso la covid-19.
El pasado jueves 29 de octubre de 2020 en el Turno Popular del Pleno Municipal del Ayuntamiento de Bilbao, la AMPA de Cervantes presentó su proposición de posponer la concesión de la licencia de derribo o de poposner el inicio de las obras. Lamentablemente, desestimaron la propuesta. Podéis ver la intervención completa en el Pleno.
Queremos trasladaros algo importante para pediros de nuevovuestra ayuda:
Los e-mails enviados desde el vecindario y familias del Cervantes han hecho presión, y hemos conseguido que soliciten a la constructora Murias-Urbas que el estudio de impacto acústico de las obras tenga en cuenta las necesidades de ventilación durante la pandemia. Tienen 1 mes de plazo para presentar este estudio. En el expediente solamente constan las reclamaciones hechas por registro. Todo lo que se hace por e-mail sigue siendo importante, pero no tienen obligación de contestar ni consta en el expediente.
Que realicen un estudio sobre el polvo o partículas en suspensión que generarían las obras.
Exigir también el mismo estudio acústico en relación a la ventilación de las aulas antes de la aprobación de la licencia de construcción que están a punto de concederles y que incluye la excavación y la edificación del edificio obispal-clínica.
¡Nuestras reclamaciones son muy útiles! Muestra nuestra preocupación al Ayuntamiento y les obligan a respondernos. Y eso es importante.
Como vecina, estoy muy preocupada por el derribo del edificio, excavación y construcción de la parcela BAM sita en las calles Lersundi, Heros y Barrainkua ( Expediente de demolición 2019-038154).
El impacto de las obras va a ser muy alto. EL RUIDO y POLVO que generarían las obras, haría IMPOSIBLE una correcta ventilación de las viviendas, algo tan necesario en la actual pandemia para dificultar el contagio de la COVID-19.
Solicito que se realice un estudio sobre el polvo o partículas en suspensión que generarían las obras para conocer con exactitud las consecuencias de esta monstruosa obra para nuestra salud. La petición del preceptivo estudio de impacto acústico solicitado no hace mención específica a este respecto. En el informe del 6-10-2020 solamente se dice al respecto que “la demolición, molienda y corte de materiales se realizará en húmedo”. Creemos que debe tener en cuenta las partículas en suspensión. Tiene que ser un deber previo y no esperar a que se conceda la licencia de derribo, porque ya sería demasiado tarde.
Exijo también el mismo estudio acústico antes de la aprobación de la licencia de construcción que están a punto de concederles y que incluye la excavación y la edificación del edificio obispal-clínica (Expediente de licencia de construcción 2019-042280).
Como vecina de este municipio y del barrio de Abando que va a ser afectada por la realización de estas obras, que además van a durar varios años, exijo que se tomen todas las medidas necesarias para minimizar el impacto en todos los aspectos, en caso contrario nos veremos obligados a tomar todas las medidas necesarias para preservar nuestra integridad física y mental.
El lunes 23 de noviembre de 2020 la AMPA de la escuela CEIP Cervantes HLHI y el claustro de profesores comparecieron ante la Comisión de Educación del Parlamento Vasco para defender algo tan obvio como la salud de los niños y el derecho a una educación en un ambiente sano. La AMPA ha expuesto el gran problema que supone la demolición que el Obispado de Bilbao pretende realizar frente al Cervantes y que el Ayuntamiento de Bilbao está a punto de aprobar.
EAJ-PNV y PSE alegaron falta de competencias para evitar apoyar a la escuela en su lucha por evitar una demolición incompatible con las medidas contra la COVID-19 y la docencia en el centro. Los mismos partidos son los que gobiernan en el ayuntamiento de Bilbao.
Como ya expusimos en el pleno municipal creemos que un derribo y una obra no se deben realizar a escasos metros de una escuela y menos durante esta pandemia, en la que una buena ventilación en las aulas es primordial para evitar contagios y la propagación del COVID-19.
El claustro del profesorado del CEIP Cervantes HLHI Bilbao compareción por vídeo.
Hasta ahora no hemos obtenido respuestas satisfactorias de las distintas personas y órganos de la Administración pública a los que nos hemos dirigido con quejas y preguntas. La delegada de educación en Bizkaia, Ana Isabel Ferri no ha contestado a nuestros mensajes; el concejal de educación, Koldo Narbaiza, no aclara qué medidas correctoras va a adoptar el consistorio para “minimizar la repercusión de las obras previstas”; la concejala de salud, Yolanda Díez nos dijo que nos fuéramos «medianamente tranquilos»; Prevención de riesgos laborales del departamento de educación ha dicho que no le corresponde emitir un informe sobre lo que causarían las obras; el consejero de Educación, Jokin Bildarratz, dijo que la obra no es de su competencia… Ante estas respuestas, o ausencia de ellas, sentimos desamparo desde las familias del Cervantes.
Y por lo oído durante la comparecencia, más de lo mismo. Nadie se hace responsable de tomar medidas para prevenir lo que pueda pasar en nuestra escuela. J. Antonio Pastor Garrido (Socialistas Vascos) habló de que “es inevitable que el Departamento de Educación tenga que hacer alguna especie de plan de contingencia específico para el centro”, pero esta afirmación parecen palabras vacías. No hubo ningún compromiso por su parte ni por el otro partido de gobierno.
Haciendo rebotar la pelota de una administración a otra, lo que nos dan a entender es que las leyes NO están al servicio de los ciudadanos, y que los intereses privados y el dinero prevalecen por encima del interés público y la salud.
A 12 metros de las aulas está el edificio que quieren demoler.
Si el Gobierno Vasco, con motivo de la pandemia, puede limitar la movilidad y cerrar establecimientos, entre otras normativas necesarias para frenar los contagios ¿cómo no va a poder paralizar una licencia de obra o posponer una obras para que un colegio pueda cumplir así con las medidas sanitarias que ellos mismos recomiendan?
No nos estamos montando una película sobre lo que puede pasar. A dos manzanas de nuestra escuela las obras del edificio de la Fiscalía en la calle Henao nos han enseñado el futuro que queremos evitar: 3 años de excavaciones en un suelo de roca similar al de la parcela de BAM que se han convertido en una pesadilla de ruido para los vecinos. A pesar de sus quejas no han conseguido que el Ayuntamiento interviniera. Los vecinos afectados preparan acciones judiciales.
La excavación en las obras del Edificio de la Fiscalía. 15metros de profundidad en un suelo de roca como el de la parcela del obispado que es 5 veces la de la Fiscalía.
¡Los niños merecen un poco más de atención y consideración por parte de los políticos! Escudarse en que la normativa ampara la realización de las obras es muy corto de miras ¿Qué está por encima de la defensa de la salud?
La dudosa recalificación urbanística de la parcela BAM en beneficio de la diócesis de Bilbao, que trae como consecuencia un gran perjuicio para el barrio y para la Escuela Pública Cervantes, es algo que debemos comunicar al máximo mandatario de la Iglesia católica, el Papa. Por eso os pedimos que le escribáis cartas semejantes al modelo que adjuntamos. La dirección de la Secretaría del Papa es:
Sua Santità Francesco 00120 Città de Vaticano. Vaticano
Santo Padre:
Desde hace algún tiempo estamos preocupados respecto de una actuación inmobiliaria que se viene desarrollando en la Diócesis de Bilbao, País Vasco, España.
Se trata de la demolición de la Escuela de Magisterio diocesana BAM, un edificio que se encuentra en perfectas condiciones de uso y que tiene un patio de recreo que es el único espacio libre de construcciones en el barrio. En la parcela resultante se quiere construir un gigantesco edificio de ocho plantas y cuatro sótanos.
Nos preocupa, por supuesto, el perjuicio urbanístico que se va a ocasionar al colmatar el último espacio aireado del barrio y por lo que pueda afectar a los niños y niñas de la Escuela Pública situada enfrente, pero también el procedimiento por el que este macro-proyecto se está llevando a cabo, con recalificaciones de suelo sub iudice y correcciones sucesivas de su función. Éstas parecen ocultar una insólita especulación inmobiliaria ajena en todo punto a los principios cristianos.
Por todo ello, le rogamos que inicie una investigación al respecto para que se aclaren los términos de esta operación que ha encontrado mucha oposición entre nuestros colectivos vecinales y diocesanos, así como entre varios profesionales de la arquitectura, la historia y el urbanismo.
Agradeciendo de antemano a Su Santidad la ayuda que pueda ofrecernos, le mando un afectuoso saludo.
En Bilbao, a __ de noviembre de 2020 Firmado
Modifica la carta como quieras.
VECINOS DEL BARRIO DE ABANDO ESCRIBEN AL PAPA FRANCISCO Solicitan una investigación sobre las obras del Obispado de Bilbao.
Varios vecinos y vecinas del barrio de Abando de Bilbao están enviando cartas al Papa Francisco mostrando su preocupación por «la demolición de la Escuela de Magisterio diocesana BAM y antiguo Colegio de las Carmelitas de Barraincúa, para construir en la parcela resultante un gigantesco edificio de siete plantas y cuatro sótanos en medio del barrio bilbaíno de Abando”.
En la carta se avisa acerca del «perjuicio urbanístico que se va a ocasionar al colmatar el último espacio aireado el barrio y por lo que pueda afectar a los niños y niñas de la escuela situada en sus inmediaciones», pero también muestran su sorpresa por el procedimiento que se ha utilizado «favoreciendo por medio una recalificación de suelo sub iudice la especulación inmobiliaria, algo muy ajeno a los principios cristianos».
Por todo lo cual solicitan «una investigación al respecto para que se aclaren los términos de esta operación que ha encontrado mucha oposición entre numerosos colectivos ciudadanos, pero también entre varios profesionales de la Arquitectura, la Historia y el Urbanismo, así como de los vecinos y vecinas de la zona”.
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