La celebración del Día Internacional de la Biodiversidad, hoy 22 de mayo, nos invita a reflexionar sobre el papel de los espacios naturales en nuestra vida. Seguramente estaremos de acuerdo en que el contacto con sitios naturales comporta un bienestar general, mas allá incluso de la simple respiración de aire más limpio, porque también significa sensaciones placenteras.
Pensar en la biodiversidad o diversidad natural nos sugiere imaginar grandes espacios naturales y zonas de especial conservación para la especies, pero también las ciudades son una gran oportunidad para la conservación y regeneración de la diversidad natural. De hecho, la Estrategia Europea para la Biodiversidad 2030, insta a las ciudades de al menos 20.000 habitantes a devolver la naturaleza a nuestras vidas, a través del desarrollo de ambiciosos planes de urbanización ecológica. Estos planes deben incluir medidas para crear bosques, parques y jardines urbanos biodiversos y accesibles, huertas urbanas, calles arboladas, prados y setos urbanos. Para facilitar este trabajo, la Comisión Europea establecerá en 2021 una plataforma de urbanización ecológica, en virtud de un nuevo acuerdo Ciudad Verde Europea.
Los parques y otros espacios verdes de las ciudades ofrecen una experiencia cercana a la naturaleza, que implica un mayor bienestar, oportunidades para actividades de ocio y una mejor interacción social. Las áreas naturales de las ciudades mantienen la biodiversidad, proporcionando hábitat a muchas especies, por ejemplo, algunas aves migratorias utilizan los parques como lugares de descanso durante la migración. Además, los árboles dan sombra a las personas, regulan de la temperatura y reducen los niveles de contaminación atmosférica.
Este año el lema en el Día Internacional de la Diversidad Biológica es: Nuestras Soluciones están en la Naturaleza. Esto nos recuerda que la naturaleza puede aportar soluciones para hacer frente a muchos problemas ambientales y de salud. Las Soluciones basadas en la Naturaleza, como la creación de espacios verdes urbanos, implican enfoques de planificación e infraestructura inspirados en los sistemas naturales, que son alternativas eficientes y rentables que proporcionan beneficios sociales, económicos y ambientales. Este enfoque ofrece importantes posibilidades de utilizar la naturaleza para encontrar soluciones resilientes a los desafíos urbanos, como el cambio climático y la propagación de enfermedades infecciosas.
Los parques públicos de proximidad resultan los de mayor eficacia porque se ubican en las áreas urbanas accesibles para todas las personas. Estos parques contribuyen al estímulo de los valores comunitarios y a la conexión de la infraestructura de espacios verdes urbanos. En este contexto, la denominada Nueva Agenda Urbana de Naciones Unidas, alienta la creación de espacios públicos próximos, verdes, accesibles, y de calidad.
La reciente pandemia ha puesto aún mas de manifiesto la necesidad de espacios públicos verdes de proximidad para respirar aire fresco y relajarse. Como sabemos, el alto número de personas congregadas en los espacios públicos en las horas convenidas en Bilbao ha creado muchos problemas.
Todavía estamos a tiempo de recuperar espacios para el uso público en Bilbao, ya que algunos espacios abiertos que todavía no han sido construidos, constituyen una notable oportunidad para mejorar la sostenibilidad urbana, y el uso de Soluciones basadas en la Naturaleza. Este es el caso de la parcela de Barrainkua 2, identificada como AB.02.7 que se ha mantenido hasta la fecha libre de edificación y debiera transformarse en un parque de proximidad, en lugar de colmatarlo con un nuevo edificio. Los responsables urbanos deberían encontrar formas de preservar tanto hábitat natural remanente como sea posible y de restaurarlo para mejorar la diversidad biológica y el bienestar de la ciudadanía.
Este texto de Miren Onaindia, Catedrática de Ecología (UPV-EHU), es el primero de una serie para conmemorar un año de movilización vecinal de la asociación Por un Abando Habitable y saludable.