La caducidad de la licencia abre una nueva oportunidad para repensar el futuro de la parcela obispal

Según la Asociación vecinal Abando Habitable, la caducidad de la licencia de construcción del proyecto clínico-eclesial del Obispado de Bilbao y Mutualia ofrece la posibilidad de pensar una forma de hacer ciudad más saludable y verde.

Estado de la parcela obispal el 5 de septiembre de 2025.
Estado de la parcela obispal el 5 de septiembre de 2025.

El Ayuntamiento de Bilbao ha declarado la caducidad de la licencia que concedió hace casi cuatro años al Obispado de Bilbao, en diciembre de 2021, para la construcción de su sede obispal junto con una clínica de Mutualia en la polémica parcela de Abando. El ayuntamiento requiere al obispado la ejecución de los trabajos necesarios para restablecer la parcela y alrededores a su estado previo en el plazo de 3 meses, incluyendo el tapado del agujero para dar estabilidad a las aceras, algo que preocupa al vecindario.

El ayuntamiento no ha comprado los argumentos del obispado. Por mucho que éste haya insistido en sus alegaciones en su voluntad de continuar con unas obras que, como bien dice el ayuntamiento, apenas comenzaron, lo cierto es que todo indica que el mismo está “muerto”. Las obras llevan paradas 18 meses, desde que en abril de 2024 quebrara la constructora Murias. Mientras no se resuelva el concurso de acreedores, todo está paralizado, a la espera de que se liquiden los bienes de la constructora. Su empresa matriz, el Grupo Urbas, se encuentra a su vez en preconcurso de acreedores y sus directivos esperan juicio por estafa en la Audiencia Nacional. 

El devenir de esta obra sin sentido y alejada de las necesidades del barrio, debería forzar a los diferentes actores, muy especialmente al obispado y a Mutualia, ahora copropietaria del terreno, a replantearse el destino de la parcela. Concretamente, si el obispado quisiera seguir construyendo, sería necesario que presentara un nuevo proyecto, este fuera aprobado y pagara los impuestos correspondientes. Joseba Segura, el actual obispo, ya no puede excusarse en la herencia recibida de su antecesor en el cargo, Mario Iceta. Es una oportunidad para que tanto la diócesis de Bilbao como Mutualia reflexionen sobre la idoneidad y viabilidad del proyecto.

El gobierno municipal, que promovió el cambio de uso de la parcela para posibilitar el proyecto, tiene también mucho que decir. Hasta la fecha, Asier Abaunza, el concejal delegado de urbanismo que defendió el cambio de uso de la parcela, siempre ha negado la posibilidad de una permuta como solución.

UNA NUEVA OPORTUNIDAD. Así es como vemos desde Abando Habitable la caducidad de la licencia. Se abre una nueva posibilidad para que la última parcela sin edificar que queda en Abando no sea objeto de un pelotazo urbanístico. Una oportunidad de tener un espacio verde en el corazón de Abando. Para conseguirlo es necesario voluntad política para explorar soluciones, entre otras, la permuta del terreno.

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