Tememos que estas obras vuelvan a quedarse paradas y pasen muchos años con esta herida abierta en medio del barrio.
Desde Abando Habitable denunciamos el inicio de las obras del edificio de la Diócesis de Bilbao y una clínica Mutualia en el terreno de la antigua BAM en Bilbao. Exigimos al gobierno municipal una permuta del terreno para que esa parcela se convierta en un espacio verde y de proximidad. La precaria situación económica de Murias y el juicio sobre la legalidad del proyecto siembran dudas sobre la continuidad de las obras.
Hace 4 años, tras las elecciones municipales de 2019, el obispado de Bilbao y Mutualia anunciaron a bombo y platillo que su proyecto clínico-obispal estaría listo para finales de 2021. La recalificación del suelo por parte del gobierno municipal había abierto la puerta al pelotazo: que la parcela del antiguo colegio de carmelitas se convirtiera en una clínica privada y la sede diocesana.
En 2021, demolieron el edificio, pero desde que en junio de 2022 el obispado anunció que las obras de excavación iban a comenzar ese mismo verano todo estaba parado. Ongi etorri al agujero de Abando. Han consumido casi 2 años de los 3 que concede la licencia.
Este octubre de 2023 la situación ha cambiado. La excavación ha comenzado, coincidiendo con el inicio del curso escolar, una de las situaciones que, en teoría, según el gobierno municipal, se querían evitar. La constructora, además, sigue sin presentar el plan de obras que está obligada a entregar al ayuntamiento, algo que necesita la escuela para poder organizar su actividad escolar. Pese al inicio de la excavación, tememos que estas obras vuelvan a quedarse paradas y que pasen años con esta herida abierta en medio del barrio. De hecho, sólo está licitada la estructura de la obra bajo rasante, para el resto no hay licencia ni aprobada ni siquiera solicitada. Y no la hay porque el obispado no la ha presentado, a pesar de que han pasado casi dos años desde que pidió retrasar su presentación por un cambio en la fachada del proyecto. Más bien parece una excusa para no definir el proyecto, porque toda la operación tiene un futuro incierto.
Hay más razones para temer quedarnos con un agujero todavía más hondo en el barrio si se queda la obra parada de nuevo. Murias, la empresa constructora y promotora con la que el obispado firmó su contrato, pertenece desde 2020 al grupo financiero Urbas, que la rescató cuando estaba a punto de entrar en concurso de acreedores. La situación financiera de Urbas, que también compró otras empresas en condiciones parecidas, parece que no puede afrontar los gastos que supone la obra. Ha dejado de pagar a varias subcontratas y varias instituciones han rescindido obras con Urbas por su incapacidad para llevar a cabo las obras contratadas.
En paralelo, el proceso judicial por la demanda de Abando Habitable espera pronta sentencia y pone en cuestión este proyecto clínico-obispal, porque se ha violado la motivación original que posibilitó la recalificación de la parcela. La memoria justificaba que el cambio de uso del suelo fuera para que el obispado construyera su sede diocesana, pero no una clínica. El Obispado introduce otros usos, una clínica, para sufragar su parte del edificio.
Por eso, desde la plataforma vecinal Abando Habitable, seguimos pidiendo al gobierno municipal una solución a este agujero y pedimos que se convierta en un espacio verde y de proximidad. Esta parcela es una oportunidad para crear un barrio más habitable y saludable en el último espacio libre que queda. El ayuntamiento tiene la oportunidad para hacer una permuta y así conseguir aquí el espacio verde deseado.
¡Permuta ya! ¡Proyecto clínico-obispal ilegal!
PD: Pronto anunciaremos próximas movilizaciones y acciones.
Puedes seguir las obras e informarnos de irregularidades en los canales de Youtube de Abando Habitable y AMPA Cervantes IGE.