– Hombre, aspaldiko. Hace un siglo que no te veía.
– Mucho tiempo, sí.
– ¿Desde antes del estado de alarma?
– ¿Tanto tiempo ha pasado?
– Pues más de dos años…
– Es que nos fuimos a la casa del pueblo y ahí nos hemos quedado.
– Pues aquí, ya ves, quitando lo de las terrazas y esto, todo sigue igual…
– Ya he visto, sí. ¿Cómo va la cosa? Al final no se ha conseguido nada, ¿no?
– Largo de contar. Lo importante es que ahora está parado.
– ¿Parado? Pero ¿no querían tener el edificio para… ayer?
– Uys, qué va, esos planes caducaron hace mucho. Lo que han hecho es tirar el cole de las carmelitas. Ya ves como se ha quedado la parcela.
– Y los vecinos, ¿qué dicen? ¿Sigue la asociación que montaron? Veo todavía alguna bandera en los balcones.
– Ahí siguen los jueves, en la esquina, con sus banderolas. De vez en cuando protestan y ponen carteles.
– ¿No se cansan?
– Un poco sí, pero todavía tienen esperanzas.
– ¿Esperanzas?
– Sí, de conseguir un parquecillo para el barrio. Ahí seguimos peleando.
– Ah, ¿que sigues metido? Si esto es imposible…, lo sabe todo el mundo… Lo que no entiendo es por qué no empiezan a construir si todo es legal…
– Bueno…, perdimos el juicio en primera instancia, pero ahora la cosa está en el Supremo.
– En vaya líos os habéis metido.
– No somos sólo nosotros, hay otras asociaciones que apoyas. Además también han coincidido otras cosas. Primero lo de la pandemia y luego lo de las palmeras, eso también te lo perdiste… Y ahora se ha sumado lo de la energía, las materias primas, con lo de la guerra… ¡Se están quedando muchas licitaciones desiertas porque no sale rentable!
– No, si visto así, desde luego parece que les ha mirado un tuerto…
– El caso es que por una cosa u otra no han podido empezar a construir y cada vez está más claro que lo que se han propuesto no tiene sentido.
– Ya.
– Además, la asociación va a ir a juicio otra vez, por una historia de la memoria vinculante.
– ¿Memoria-qué?
– Un tema jurídico. Cuando les recalificaron la parcela lo hicieron por una razón concreta, para permitir que construyeran su sede diocesana con oficinas, archivos y todo lo demás. Pero esto de la clínica no estaba en el plan original, en la memoria justificativa, vaya.
– Claro, y me imagino que las razones para recalificar serán vinculantes, ¿no?
– Eso es. Y si no las cumples… Que carta sobre la mesa pesa, vamos.
– Pues bien entonces, aunque esto se irá alargando y alargando…
– A ver, si todo les fuera bien y el ayuntamiento les diera permiso, podrían empezar mañana mismo a excavar las cuatro plantas de sótanos, pero está complicado, la verdad. Además ahora el ayuntamiento les ha pedido que justifiquen por qué los planos que han presentado son sólo para construir los garajes y no todo el edificio. Cada día hay una sorpresa nueva…
– Vaya historia. Ya verás como lo arreglan de alguna forma.
– No lo tengo tan claro, la verdad. Quizás no. Van a tener juicios pendientes por un tiempo, sin contar lo del Supremo, y eso nunca es buena compañía cuando te metes en un obrón.
– No sé, con todo me imagino que antes o después lo acabarán haciendo.
– Bueno, ese es el tema, que quizás el tiempo… y las circunstancias les haga recapacitar. Lo del parque estaría genial para el barrio.
– Para el barrio y para todo el mundo. A ver…
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Todos los jueves a las 17:00h nos vemos en la esquina de Heros con Lersundi. Pásate cuando quieras.